En nuestra opinión, el sonido tiene una gran potencia.
El sonido, con sus ondas invisibles que atraviesan el aire, posee una notable capacidad para moldear nuestras emociones, percepciones e incluso nuestro entorno físico. Desde el suave susurro de las hojas en un bosque sereno hasta el estruendoso crescendo de un trueno en un cielo tormentoso, el sonido posee un poder incomparable para evocar en nosotros sentimientos de calma, emoción, nostalgia o miedo.